6 CURIOSIDADES QUE QUIZÁS NO SABÍAS SOBRE EL BARRIO OBRERO
1_ ¿QUÉ SE CELEBRA EXACTAMENTE CON EL CENTERARIO?
“Zamora no se ganó en una hora” y claramente el Barrio Obrero que hoy conocemos es el resultado de varios años de planeamiento, proyecto y construcción… entonces, ¿qué se ha celebrado exactamente como su centenario?
La respuesta es sencilla: el pasado 22 de diciembre de 2016 se cumplieron 100 años de la entrada en el registro del Ayuntamiento de Huelva de la solicitud de la construcción de las primeras viviendas en el Cerro San Cristóbal. Este proyecto original, firmado por los arquitectos municipales Pérez Carasa y Aguado, y que comprendía los 71 primeros edificios, se completó en 1919.

Vista aérea de Huelva en 1929. En primer plano las construcciones del Cerro San Cristóbal y los terrenos de la Huerta Mena, que también pertenecían a la RTC.
2_ SU NOMBRE
Conocido popularmente como “Barrio Obrero” su nombre oficial es Barriada Reina Victoria y aunque muchos piensan que fue nombrado así en conmemoración a su Graciosa Majestad Victoria I que da nombre a la época victoriana, nada más lejos de la realidad. El barrio fue nombrado en honor a Victoria Eugenia de Battenberg, su nieta y esposa de Alfonso XIII, Reina de España y escocesa de nacimiento. La vinculación con la corona española queda demostrada en la corona real que remataba el arco de entrada al barrio, hoy desaparecida y que dicho arco se abriera frente a la plaza de España.
Aunque la Reina Victoria Eugenia no lo visitó nunca, sí que lo hizo el Rey Alfonso XIII, el domingo 4 de abril de 1926, cuando vino a Huelva para recibir a los pilotos del vuelo del Plus Ultra (pero esa es otra historia).
3_ ¿ARQUITECTURA INGLESA U HOLANDESA?
Se conoce popularmente como un barrio inglés, pero en él se mezclan la arquitectura neomudéjar y colonial dando como resultado un conjunto ecléctico que además recuerda a las construcciones alemanas, austriacas y holandesas.
Sin embargo, no debemos olvidar que, aunque el proyecto original fue firmado por los arquitectos municipales José María Pérez Carasa y Gonzalo Aguado, la Compañía Río Tinto tenía su propio responsable de Construcciones, el británico R. H. Morgan, que fue imprimiendo su sello a cada una de las construcciones. El trazado del barrio sigue los principios del modelo de Ciudad Jardín, que surgió en Inglaterra a finales del siglo XIX a raíz de las propuestas de Ebenezer Howard, modelo que pretendía unir campo y ciudad como respuesta ante la creciente industrialización y que en España se materializaron en intervenciones urbanas en Huelva y Bilbao.
¿Por qué recuerda entonces a la arquitectura holandesa y alemana? Sencillo, en 1873 las minas fueron compradas al gobierno español por un consorcio internacional creado entre otros, por el escocés Hugh Matheson y el Deutsche National Bank of Bremen. Matheson estaba buscando para invertir en un negocio rentable, y dos comerciantes alemanes que vivían en Huelva, Heinrich Doetsch y Wilhelm Sundhdeim (el que da nombre a la alameda que une el barrio obrero con la Casa Colón), contactaron con el magnate escocés y le explicaron la idea de invertir en minería en un pequeño pueblo de Huelva – Rio Tinto-, cuyos rendimientos prometieron ser extraordinarios y que dejaron en la ciudad de Huelva, varios ejemplos de arquitectura singulares y mezcla de todas las nacionalidades y estilos que pasaron la zona.
4_NUMERO DE EDIFICIOS QUE LO COMPONEN
Son 274 viviendas distribuidas en un total de 88 edificios. Gracias a Platalea y sus visitas guiadas al barrio, podemos recordar fácilmente este dato: 88 edificios, igual que las 88 teclas que tiene un piano y que las 88 constelaciones en las que se divide el firmamento.
No son todos iguales. Los 71 primeros (1916-1919), de Pérez Carasa y Aguado, tenían planta en forma de letra “T”, de una sola altura y formado por tres viviendas cada uno. Cada una de ellas contaba con un retrete, una cocina-comedor y tres dormitorios.

Plano original de las viviendas en el Cerro San Cristóbal. Barrio Obrero de Huelva. Pérez Carasa y Aguado
Posteriormente y ante el insuficiente número de viviendas, se construyeron otros 16 bloques (1923-1929), Pérez Carasa, Aguado y Morgan, siete de ellos en la plaza y nueve en el paseo de circunvalación. Se reconocen porque son edificios con dos alturas.

Plano de la ampliación del Barrio Obrero de Huelva. Copia de su Majestad el Rey. Pérez Carasa, Aguado y Morgan.
Por último, la Casa del Guarda, el único edificio que es una única vivienda y que se encuentra junto al arco de entrada al complejo.
5_ SON TODAS DIFERENTES
Los edificios tienen cubiertas a dos aguas con teja plana y chimenea y fachadas enfoscadas, encaladas, con detalles decorativos de ladrillo visto o incluso con azulejos y con verjas también de ladrillo con tonalidades blancas y amarillas.
Sólo hay que pararse un momento para darse cuenta de la gran variedad de decoraciones que hacen que cada vivienda sea única. En los frontones y hastiales de las viviendas abundas las decoraciones con formas geométricas, los detalles en madera, así como las decoraciones mudéjares.
Merecen una mención especial un azulejo con el logo de la Compañía Río Tinto, otro pequeño azulejo con claras influencias masónicas y el conjunto que forman los 4 edificios del centro del barrio que presentan los siguientes símbolos: la cruz gamada, la cruz templaria, la estrella de seis puntas y la estrella de cinco puntas. La explicación más probable es que Morgan fuera masón, pero eso vuelve a ser otra historia.

Símbolos que aparecen en las fachadas de los cuatro edificios del centro del Barrio Obrero de Huelva.
6_ LO QUE NUNCA SE CONSTRUYÓ
Los arquitectos municipales José María Pérez Carasa y Gonzalo Aguado, diseñaron en una primera fase un complejo de nueve calles paralelas más dos ortogonales todas ellas peatonales además de un paseo en su perímetro abierto al paso de vehículos. Cada cruce de calles se remataba con una pequeña isleta ajardinada. Los servicios comunes se situaban en uno de los extremos, donde se contemplaban los baños y lavaderos, una iglesia, equipamiento cultural (cine, biblioteca y kiosko musical) y un casino, aunque éstos nunca fueron edificados.
Cien años después, este conjunto de viviendas bien merecen la protección de su arquitectura y que se invierta en la ordenación de su plaza pública que más parece un descampado que una plaza. Que el centenario sirva para eso y mucho más.
Henar Herrero